jueves, 23 de septiembre de 2010

Carlos Mtnez: "yo he experimentado en Tiebissou que Dios libera y libera mucho"


"Y siguiendo con los encuentros ecuménicos hoy visitamos Broukro Village donde “la Chef” nos va a recibir con todo su séquito. Es el pueblo Baoulé que da nombre a nuestro barrio por estar más próximo, y los orígenes son animistas. Mucha gente alrededor como siempre y un recibimiento al modo corte faraónica. Son muy acogedores destacan las presencias con los paños baoulés y los oros. Vemos una granja y su cultivo de arroz. Muchas personas muy mayores se les ve enfermizas, también veo minusválidos y desvalidos todos muy pobres. Allí hoy nos ha llovido. Luego nos brindan en el interior de una casa presidida curiosamente por una imagen del Sagrado Corazón de Jesús tres de sus mejores mejunjes, los tomamos en cuencos de coco. Sabe a sidra fermentada, incluso el culín hay que tirarlo a un barreño. Están buenos, pero es difícil adivinar que son. Quedamos muy contentos con el encuentro, al igual que ellos.

Con un poco de retraso llegamos a Tiébissou, allí nos espera Michel.
Hemos visitado la biblioteca de San Alfonso en el mismo recinto de la Misión, y su responsable nos atendió. Lleva bastantes años, pero tampoco hay muchos libros. Las instalaciones están bien, incluso los pupitres nuevos. Dicen tener más de 300 personas que la utilizan, pero aún el curso no ha comenzado realmente aunque nos dicen después las hermanas carmelitas que oficialmente se inicio el día 14.
Pasamos por la iglesia de Ntra. Sra. de Lourdes, vemos las ampliaciones, descubrimos la historia del icono del Perpetuo Socorro que era de una señora de Abidjan donde antes de llegar los redentoristas a Costa de Marfil por medio de la devoción de ella se hizo una parroquia con el nombre de nuestra Virgen. La señora lo donó sin esperarlo después de haber contactado con ella, aquí a la misión de Tiebissou, es por eso por lo que el sitio para el icono es un poco reducido. También destaca la placa que recuerda la vida de Carlos Mtnez, emociona estar aquí en donde él dejó su corazón y su vida, en sus lugares y entre su gente. En la placa la frase del evangelio del grano de trigo que muere y da mucho fruto. Recuerdo constantemente la palabras de Carlos, “yo he experimentado en Tiebissou que Dios libera y libera mucho”. Sólo fueron dos años los que aquí estuvo, pero han dejado una huella profundísima tanto en ESpaña como aquí en su pequeña gran Patria.
En casa nos reciben como en Broukro un coro baoulé que está ensayando en un “apatham” exterior. Son mujeres en su mayoría, nos cantan, nos bailan, y nos dan la bienvenida “akwba” con la versión africana del "Oh María, Madre mía". Nos presentan y rompen con bravos y sendos aplausos. Tenemos la oración comunitaria. La capilla es como un “apatam” muy acogedor y bonito. Dentro de algún tiempo pasaré también aquí parte de este año pastoral." [23 de septiembre de 2009]

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Una escalera desde Aluche a Côte d'Ivoire