En alguna ocasión pensé compartir las diferentes manifestaciones de fiesta que veo a mi alrededor. Hay mucho que aprender de cómo un pueblo sabe celebrar esos momentos y fechas que consideran importantes en su vida. Estaba seguro que la Navidad sería una ocasión magnífica para aprender de ellos, y así ha sido. Pero no quisiera limitarme a las celebraciones religiosas, si bien son a las que más fácil acceso tengo.

Sin ser invitado, he podido sentir de lejos como las celebran tradicionalmente. Se pasan toda la tarde y noche cantando y bailando cantos muy africanos, repetitivos y algo cansinos de voces roncas y muchas palmas acompasadas. Los musulmanes se pasan tres o cuatro días para casarse. El día fuerte es el jueves y puedes ver un desfile de velos y chilabas bordadas que van al festejo. Estos cantos son más pesados si cabe, pues son con grandes bafles a modo de verbena de pueblo, con un chinchinpun insoportable hasta la salida del sol… y así durante tres días. La primera vez que los escuché pensé que se trataba de un funeral, pues se celebran de manera muy similar, pero con menos días de animación. También se conoce que es boda musulmana cuando ves un grupo de hombres juntos por un lado y mujeres por otro. El recién casado no deja pasar la ocasión del festejo para medir un dinerito a todo aquel que vea.
La Nochebuena-Navidad me pilló desprevenido sin saber en qué consistiría. Aquí la Nochebuena no existe, y toda la fiesta comienza después de la Misa de Medianoche, cuando ya es Navidad. Claro que de eso me enteré a posteriori y me tocó repetir cenas. La de Nochebuena la pasé más sólo que nunca, José Mª y yo en un mano a mano y a base de unas sabrosísimas latitas venidas en un paquete desde España. Nunca tardaré tan poco rato en preparar una cena de Nochebuena como este año. Hubo de todo, turrones, polvorones y un villancico redentorista cantado en español. La Misa de Noël fue una gran fiesta en alegría, cantes, bailes, vestidos, felicitaciones. Hay momentos en los que los presentes improvisan y dejan salir sus expresiones de gozo contagiando al que tienen al lado. Como de costumbre en cada Eucaristía fueron dos horas de verdadera comunión. Y una vez celebrado como Dios manda el Nacimiento de Jesús, es turno para comer, beber y bailar. El responsable de la catequesis, Andrés, me “secuestra” y me monta en su moto para llevarme a su casa, donde vamos a celebrar la Navidad. Es decir comer hasta que se acabe, beber un poco y danzar mucho. Estamos en el exterior, no puedo decir a la sombra del manguero, pues es de noche, pero la naturaleza nos protege. Está toda su familia, grandes y chicos, algunos vecinos, y se van incorporando algunos amigos que pasan por la calle. Todos tienen un sitio en la mesa y en la improvisada pista.
El día siguiente fue totalmente diferente. En esta ocasión he de decir que nunca he comido en Navidad con tanta gente y tan en familia como ese día. Es costumbre que cada CEB (Comunidad Eclesial de Base) se junten para comer. Cada familia aporta algo de comida para todos. Los redentoristas somos invitados a una de ellas. Se vive la fraternidad, la amistad, la sobreabundancia de los dones (no solo alimenticios). Ha sido precioso el haber celebrado la Navidad entre la gran familia de los hijos e hijas de Dios, entre la hermandad que viven los cristianos de san Marcos de Broukro. Tras comer, como hacemos entre la familia, vamos a visitar y desear “Joyeux Noël” al resto de hermanos de las otras CBEs. En todas encontré una gran acogida y alegría a la que era fácil sumarse, rompiendo en risa cuando me ponía a bailar con ellos en los patios de sus casas.
En estos momentos las celebraciones son otras, esta vez futbolísticas pues se está celebrando la Copa de África. La Côte d’Ivoire es la clara favorita, y la gente vibra con cada partido y cada jugada del héroe nacional Didier Drogba, y si además ganan entonces ya es el acabose, y toda la ciudad retumba en un griterío impresionante, similar al que se escucha cuando en mitad de la noche vuelve la luz eléctrica tras varias horas de corte.
Como me he extendido demasiado prometo escribir próximamente sobre este evento deportivo, pero ya con nuestra selección como ganadora y copa en mano de “los elefantes”.
Hasta la próxima¡
Miguel C.Ss.R.